"Cuando teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas"

martes, 19 de febrero de 2013


Simplemente el problema radica en esperar del otro, una actitud, una mirada, un paso, un llamado...lo que sea.
Piensen cuánta mala sangre, canas, llantos, decepciones nos ahorraríamos por no esperar del otro (y no lo digo en sentido de género)
Cuántas veces tu humor cambió por ese bendito hombre que no te dejo pasar en la fila atestada de gente...por ese mensaje que recibiste pensando que era de x persona y terminó siendo movistar o anda a saber qué promoción en la que te ganaste un 0 km. Cuántas veces aseguraste que alguien te iba a dar una mano y lo único que hizo fue empujarte -y no en el buen sentido- o bien encargarse de ponerte el palo en la rueda.
El problema del ser humano no radica sólo en subestimar situaciones o personas y pensar que las puede manejar de "taquito", sino (también) en sobreestimar iguales condiciones y personas y pensar que el desenlace será a tu favor. Conclusión no subestimes pelotudos...pero tené más cuidado en no sobrestimar soretes. A veces estas tan cerca que no tenés la perspectiva justa como para reconocerlos. Tomá distancia, evaluá, evaluate y actuá, sin depender...al fin y al cabo terminás siendo siempre vos y tu equipaje. La gente pasa, se queda por temporadas cortas o no tanto, pero al fin y al cabo se va, hay que hacerse valer solitos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario